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miércoles, 28 de septiembre de 2011

Ensayo : HOLOCAUSTO

Holocausto…, si, soy judía
                                                      Por Ana Laura Albanece

Elaboraron un plan para destruir mi vida, no solo destruirla sino reducirla a lo más bajo de mi humanidad: huesos y polvo… yo estuve ahí, el día en el que decidieron que mi vida no valía nada, esa noche, “la noche de los cristales rotos”, comenzó el calvario de mi existencia. Ese día  eliminaron toda posibilidad de libertad, pues me tomaron, me humillaron, me secuestraron, me pisotearon, ultrajaron, y saquearon, hasta ese día tenía una familia, hijos, padres, hermanos, un esposo...Todos igualmente violentados y separados de la libertad.
Su  plan nefasto es protagonista de esta expropiación sin precedentes, clave de esta ideología racista y destructiva que no es posible comprender, inimaginable si no fuese parte de la historia que ha marcado un antes y un después en la piel de la humanidad, no solo como un acto directo y terrible de discriminación sino como un ensañamiento voraz… hambrientos de poder.
Los nazis nos acusaban de todos los problemas de Alemania: la pobreza, el desempleo y la derrota en la Primera Guerra Mundial, un Estado Alemán  que advierte a sus pobladores que es necesario limpiar la raza, para conseguir una “raza pura”, considerándonos como manchas que había que borrar, y convenciéndolos de que había que eliminarnos…como fuere, la Solución Final,… como le decían.
Como no les alcanzaba, junto con nosotros se encontraban los gitanos, los soviéticos, los discapacitados, comunistas, polacos étnicos, hombres homosexuales y disidentes políticos y religiosos,- todos-, también objeto de persecución y asesinato durante el nazismo.
Mediante herramientas como el hacinamiento, los campos de exterminio en donde nos mataban de manera grotesca  y con el menor gasto de dinero posible, esos campos de trabajo en los que moríamos de hambre, por el esfuerzo inhumano que nos obligaban a hacer a golpes (en el mejor de los casos)…ellos han logrado perpetrar este genocidio feroz e imparable…
Ahora estoy aquí en este lugar que no puedo describir…, ni la carne protege ya mis huesos y al desnudo estoy con esta roca en la espalda…, mirando hacia las canteras de Mauthausen, esta escalera infernal en la que si me quedo muero, como muchos de los que están conmigo, y de los que ya murieron porque no resistieron el peso de esta furia engrandecida en sus huesos…, esto es el fin, soy judía.

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