Como bola sin manija

En esta fría y calculada osadía

de enfrentar a la vida con un beso

es que andan los ojos sin reflejos

ni mares para recordar,

ni luchas,

ni dulces esperas.

De pronto descubrir cientos de matices

que me agrandan la perspectiva

y me achican la coraza

y me martillan la locura

de andar por la vida

como bola sin manija,

como bola sin manija,

como bola sin manija.

Pongo un poco de música

para convencerme de que salir bailando

es la única opción ahora,

después,

más tarde,

cuando sea…

la cosa es salir bailando y olvidar,

olvidar el triste, remoto, lejano recuerdo,

ese recuerdo que ya no dirijo

me dirige.

Mientras bailar es la tarea,

mientras soñar decae,

mientras cantar no cuenta

por no saber la letra.

La música inspira

pero desde aquello sin sentido

hasta traerlo a la conciencia

y repartirlo porque hay para rato,

cientos de notas, letras, firuletes que no entiendo,

ojala lo hiciera,

conocer lo que me alienta

es una manera de conocerme.

Me conformo con estos pies descalzos ahora,

total hace calor,

total la música suena.